Cómo afecta el acoso escolar a la salud mental
En el artículo «La víctima sufre un efecto devastador, le roban la infancia«, el diario ABC recuerda que un estudio reciente apunta que el 9,4% de los alumnos afirman que él o uno de sus compañeros sufre acoso escolar. Más datos: más de la mitad de los sufre durante meses y un 26% durante más de un año, teniendo mayor incidencia en niños entre 11 y 12 años.
El artículo reseña el Foro ABC «Cómo afecta el acoso escolar a la salud mental», en el que diferentes expertos en educación compartieron realidades y reflexiones sobre el acoso escolar, una situación traumática, una experiencia adversa que produce un efecto devastador en la autoestima y en la autoimagen del menor, lo que conlleva alteraciones en su estado de ánimo, sus patrones de sueño, alimentación, así como estrés, ansiedad y, en ocasiones, ideaciones suicidas o, incluso, el suicidio, según apuntaron estos expertos.
Colegios CEU, en el Foro ABC sobre acoso escolar
En opinión de Sonsoles Gallo, coordinadora de proyectos pedagógicos de los Colegios CEU, «en las aulas nos encontramos con niños y jóvenes que son un reflejo de nuestra sociedad. Se ha desdibujado de forma muy sibilina la diferencia entre lo lúdico y lo agresivo. Les cuesta caer en la cuenta de que el trato que reciben no es adecuado, ni digno. Por lo tanto, es de justicia ponerlo en conocimiento de la comunidad educativa. Los videojuegos, las TIC, la pornografía, los espacios de ocio…, desvirtuan lo que significa la persona. Es necesario devolver a nuestros jóvenes el valor del individuo y volver a dibujar esa línea que tiene que ser cristalina entre lo que es lúdico y agresivo. Hay que reeducar la conciencia de lo que es el acoso por el gran impacto que tiene en la salud mental de la víctima. Todo el alumnado debe aprender valores de convivencia para saber relacionarse con los demás con respeto y buen trato. Y, sobre todo, debemos acercarnos a ellos para que encuentre en los docentes una red de apoyo«.
Sonsoles Gallo destacó también en este Foro de ABC que percibe que en los colegios (no solo los propios del CEU) existe una conciencia clara y una tolerancia cero al acoso. «Lo que ocurre es que ahora es más difícil detectarlo porque en la mayoría de los casos la víctima sufre ciberacoso, ya no agresiones físicas, y en muchas ocasiones ni los padres ni los propios compañeros son conscientes de que está sucediendo un caso. Lo que pretendemos en nuestro caso es acercarnos al alumno para que sepa que tiene una red de adultos en la que apoyarse y a la que dirigirse para decirles me pasa esto, me desagrada, ¿es algo importante y serio? ¿Es acoso? Porque si es así me da miedo y necesito ayuda«.