Durante las vacaciones, mejor desconectar
Durante las vacaciones, la familia necesita desconectar
Cada vez es más normal celebrar una cena familiar en la que todos sus miembros están pendientes del teléfono móvil, de chatear con los amigos. Deberíamos preguntarnos hasta qué punto este asedio digital puede repercutir en nuestras relaciones, sobre todo con nuestra pareja e hijos. Y deberíamos ponernos límites para mitigar el impacto de esa invasión tecnológica en nuestras vidas, más aún durante las vacaciones, pues el cerebro necesita descansar, desconectar del trabajo y, por supuesto, de la tecnología.
En un mundo dominado por la inmediatez, el tiempo es un recurso cada vez más escaso. Y nuestra relación con él pone en evidencia cuáles son las prioridades vitales y la naturaleza de nuestros valores morales. Nuestra agenda personal nos revela lo que de verdad nos importa; es una herramienta útil para diagnosticar qué está pasando en nuestras vidas y lograr una mejora personal y profesional. Por ejemplo, nos ayuda a conciliar vida laboral y personal, para así respetar nuestros tiempos. Porque hay un tiempo que debe estar plenamente dedicado a la familia, otro al trabajo, igualmente al descanso, el ocio, la cultura, el ejercicio físico, la amistad…
¿A qué actividad debemos dar preferencia? ¿Cómo encontrar el equilibrio?
Las vacaciones pueden ser un buen momento para pensar en ello. Estos datos —recogidos en el Estudio global: desconectar de la tecnología— quizá resulten útiles para iniciar esa reflexión: uno de cada cuatro españoles, hombres y mujeres por igual, reconoce que aunque sabe que debe desconectar de sus dispositivos móviles, ordenadores personales o incluso de la televisión, encuentra difícil hacerlo. Por edades, la desconexión no es tan difícil para los mayores de 60 años, pero a los jóvenes de entre 15 y 19 años les cuesta muchísimo más. Por nivel de ingresos, las personas de rentas más altas son las que confiesan tener más dificultades para dejar de estar siempre online. Tres de cada diez personas encuestadas así lo señalan.
1/4 españoles reconoce que encuentra difícil desconectar de sus dispositivos móviles
Practicar el Detox Digital
Con estos datos a la vista, no es extraño que surgiera una corriente que reivindica la desconexión tecnológica y predica los beneficios de estar alejados de los dispositivos electrónicos: el Detox Digital. Se trata de una actitud en auge en un mundo donde la tecnología se ha implantado como una herramienta no sólo profesional, sino también personal y familiar. Incluso hay hoteles que al promocionar sus paquetes vacacionales aluden al Detox Digital.
Los expertos en inteligencia emocional aconsejan desprendernos de los dispositivos electrónicos y, en su lugar, empaparnos de todo lo que sucede a nuestro alrededor. La desconexión digital es beneficiosa para nuestra salud física y mental. Ese exceso de información y de conectividad tecnológica se debería contrarrestar con momentos alejados de cualquier dispositivo. Así podremos oxigenar nuestra mente y volver a sentir las sensaciones previas a esta era de la inmediatez.
“La conexión constante y la tensión inconsciente que produce estar conectados en todo momento, supone una sobrecarga mental y neurológica que afecta a nuestra actitud y relación con los demás”
señala el coach Pascual Girons, quien propone dedicar una temporada para practicar el Detox Digital. Las vacaciones pueden ser el mejor momento.