El poder de la concentración para un aprendizaje óptimo
Seguro que todos conocéis a David Goleman, el teórico que ha popularizado el concepto de inteligencia emocional. En esta entrevista plantea también otros temas interesantes para el aprendizaje:
La importancia de la concentración en un mundo lleno de distracciones
Goleman menciona la importancia de trabajar la capacidad de atención; para ello es vital desarrollar la habilidad de ignorar las distracciones; algo muy complicado con la multitud de interrupciones que nos llegan a través de la tecnología. Hay miles de estímulos que provocan dispersión y, en el caso de las pantallas, son particularmente atractivos.
Pero hay que tener en cuenta que la atención es la base del aprendizaje. Con un buen manejo de la concentración, los jóvenes serán capaces de dirigir de forma voluntaria su atención a un único estímulo, aunque tengan a su alrededor otros que les llamen más. Ignorarán esos otros y focalizarán todo su interés en lo que sea necesario: es lo que llamamos atención. Sostenerla durante un tiempo lo denominamos concentración.
Nuestra mente está diseñada para distraerse, por una cuestión evolutiva. Pero podemos reconducirla de nuevo a la atención, fortaleciendo así cada vez que lo hacemos nuestra capacidad de concentrarnos. Según Goleman, la concentración es como un músculo, por lo que conviene fortalecerla cuanto antes.
Tendencia a la multitarea
Vivimos en la época en la que parece premiarse la multitarea. Según los defensores, la mente humana tiene la capacidad de llevar a cabo dos o más tareas a la vez, procesando información o pensamientos para ello, y sin perder calidad en ninguna.
Pero esto es un mito: no genera mayor productividad. El cerebro humano solo puede realizar una tarea que implique un proceso congnitivo, después realizará la siguiente, pero no a la vez. Sí que podemos, en cambio, ejecutar al mismo tiempo aquellas acciones que son automáticas, caminar a la vez que respiramos, por ejemplo.
Lo cierto es que las distracciones perjudican al aprendizaje y alternar continuamente la atención de una cosa a otra no es algo positivo:
- Se realiza un trabajo de menor calidad: con el ir y venir de la atención se pierden muchos detalles, nuestra mente tiene que ocalizarse en lo que percibe como más importante.
- Genera más cansancio mental: repetir este proceso sin parar genera un desgaste más rápido que si se centrase en solo una cosa. Esto puede incluso provocar estrés.
- Supone una menor concentración y memoria: el cambio de foco constante perjudica a ambas.
Consejos para trabajar la concentración
Para centrarnos en el estudio o en una actividad que precisa de concentración, estas pautas serán muy útiles:
- Evitar un espacio lleno de distracciones y establecer límites: hay que reducir al mínimo las pantallas, y mantener el lugar limpio y ordenado.
- Limitar el tiempo de concentración: los períodos no deberían superar los 50 minutos, después de este tiempo es recomendable hacer un breve descanso.
- Organizar y programar las tareas: a cada actividad, un tiempo marcado. Organizar un proceso para llevar a cabo las tareas resultará útil para priorizar, sin posponer aquellas actividades que menos interesan.