¿Hacemos un uso responsable de las redes sociales?
Internet es una herramienta de gran utilidad para nuestro desarrollo vivencial y profesional, pero se puede convertir en nuestro peor enemigo, también para los menores de edad.
Gracias a la Red, podemos comunicarnos por correo electrónico, conseguir cantidades ingentes de información, aprender, promocionar nuestra imagen profesional para encontrar o cambiar de empleo… También nos permite conectar con amigos, sobre todo en las populares redes sociales (RRSS). Todo ello gracias a las redes de telecomunicaciones, que hoy día también son inalámbricas, como la red wifi.
Para el Colegio, la seguridad de nuestros alumnos es muy importante, tanto en el mundo real como en el mundo virtual. Entre todos tenemos que evitar que se puedan producir situaciones de riesgo y actuar en la prevención, mediante la protección, la seguridad y un uso responsable de Internet, sobre todo de las hoy tan populares redes sociales (RRSS).
Uso responsable de Internet
Las instituciones educativas, los progenitores y la sociedad en general debemos fomentar las buenas prácticas en Internet. Todos sabemos de la ingenuidad de los niños y jóvenes, de ahí que sea preciso acompañarlos cuando dan sus primeros pasos en este nuevo universo, el digital, conformado por Internet —con sus webs, blogs y RRSS—, sin olvidar controlar el uso que hacen de las herramientas que les permiten llegar a ese mundo: ordenadores y dispositivos móviles (portátiles, tablets y smartphones, principalmente).
La Policía lanza algunas recomendaciones sobre el uso responsable de Internet y las redes sociales. Las resuminos:
Mantener las contraseñas en un lugar seguro
Tener una cuenta de correo electrónico o email es indispensable para enviar información con la mayor seguridad punto a punto, pero también para crear un perfil en cualquier red social.
Al crear con un menor de edad su primer email, y la contraseña, vigilad no dar pistas que puedan entrever su edad.
Además, las contraseñas no se deben apuntar en el móvil, mejor escribirlas en una libreta guardada en casa. Tener conocimiento de las contraseñas es esencial. Si ocurriera algún suceso grave sería preciso solicitar una autorización judicial para indagar en el móvil del menor, lo que implicaría una lamentable pérdida de tiempo, por ejemplo, en el caso de que el niño desaparezca.
Controlar los «amigos» en redes sociales
Una red social es una “plataforma digital de comunicación global que pone en contacto a gran número de usuarios”, tal y como la define la RAE. Facebook, Twitter, Linkedin, Instagram, Snapchat… el número de RRSS no deja de crecer. Con más o menos éxito, consiguen establecerse en nuestros ordenadores y dispositivos móviles, sobre todo en los smartphones, tablets…
Y si los adultos debemos vigilar a quién aceptamos como amigos en esas RRSS y qué compartimos en ellas, estas precauciones son esenciales cuando hablamos de menores de edad. Los niños crean sus perfiles en ellas, agregan amigos y empiezan a compartir todo tipo de información personal, incluso fotografías y vídeos, sin saber que esa información puede quedar expuesta, aun cuando ellos piensen que han cerrado el acceso al resto de usuarios. Existen programas para el control parental, pero los niños son hábiles con la tecnología, siempre podrán acceder a contenido peligroso.
En referencia a las situaciones de acoso en las RRSS, a partir de los 14 años, tienen responsabilidad penal. Y deben saberlo, como deben saber los padres que comparten su responsabilidad cuando son menores de esa edad.
Lo primero, dar ejemplo
Los padres debemos dar ejemplo en el uso responsable de las redes sociales, sin olvidar marcar unas pautas de uso e incluso poner ciertas normas, límites. «Tus hijos no deberían participar en ninguna red social si son menores de 14 años» recomienda la Policía. Cuando ya puedan hacerlo, tendrían que utilizar un alias en lugar de su nombre real y, sobre todo, ajustar la configuración de privacidad.
Los menores deben saber que en Internet, como en la vida real, hay que respetar unas normas y formas de comportarse. Ser educados y respetuosos es también esencial en el mundo virtual. No olvidéis que en Internet todos vamos dejando una huella digital. Establecer con tus hijos una relación de confianza será clave para que te cuenten qué cuentan y qué les cuentan otros amigos en las RRSS, sólo así podrás ayudarlos a resolver sus dudas, inquietudes, etc. Tus consejos serán su guía: sólo deben agregar en las RRSS a familiares y amigos, a personas de su entornos y bien conocidas por ellos. No hay que dejarles admitir a toda persona que les pida amistad. En las RRSS también se crean perfiles falsos, avísaselo.
Hay que procurar no subir toda tu vida en Internet, tampoco la de los menores. Vigilad qué datos facilitan ellos en las RRSS: nombres y apellidos; domicilios; aficiones y gustos; números de teléfono; fiestas y reuniones con amigos; coches y motos que se han adquirido; fechas de vacaciones… También es importante controlar que imágenes propias y de amigos difunden. El niño o la niña deben pedir permiso a sus padres antes de subir una foto. Quizá esa foto, dentro de 20 años, le pueda perjudicar. Poco a poco, compartiendo, todos vamos creando nuestra marca personal que algún día se convertirá en profesional. Y tened en cuenta que una foto pixelada no garantiza nada, hay programas que permiten verla. Al subir una foto, se aloja en un servidor (en la nube o cloud) donde, por orden judicial, permanece durante 20 años, aunque se borre de una red social. En definitiva, perdemos el control de todo lo que se publica en las RRSS. Tenemos que hacer ver a nuestros hijos que todo lo que comparte va creando una huella digital indeleble.
Cuidado con las Wifi abiertas
Por seguridad, se recomienda cambiar el nombre de usuario y contraseña que nos facilitan las compañías proveedoras del router, además de rastrear de vez en cuando si hay alguien más conectado a nuestra red.
Fuera del hogar, mucho ojo con las redes wifi gratuitas. Desde ellas, cualquiera puede acceder a nuestros dispositivos, coger datos, fotos… Aunque sólo nos hayamos conectado para usar Whatsapp, un conocedor de estas tecnologías nos podría robar datos o introducir en el dispositivo fotos… que nos podrían causar un gran perjuicio. Podremos utilizar, con precaución, redes abiertas, pero no realizar operaciones delicadas, como transacciones bancarias.
En resumen, en el mundo digital debemos evitar todo aquello que nos ponga en una situación vulnerable. Si no le entregarías las llaves de tu casa a alguien que acabas de conocer en la calle, no compartas tus cosas en Internet ni confíes en que todo está protegido porque has activado todas las pautas para asegurar tu privacidad y seguridad. Hay expertos hackers y ciberdelincuentes capaces de averiguarlo todo, y trabajan por horas para las empresas, que analizan en las redes si un candidato es propicio para ocupar un puesto de trabajo, incluso antes de entrevistarlo.