Las cualidades del verdadero maestro
¿Qué cualidades distinguen al verdadero maestro? Según la profesora de los grados de Educación de la Universidad Abat Oliba CEU, UAO, Maite Signes, el docente debe conjugar conocimiento con un genuino “saber hacer”. “El oficio de enseñar tiene una dimensión oculta no exenta de magia.
El maestro comienza su camino en el arte de contemplar el conocimiento y forja su oficio “en la voluntad de compartirlo”. Para ello, la dimensión personal es fundamental, de modo que el aula debe ser vista como un lugar idóneo para “crear espacios de vínculos personales y afectivos”.
Signes también ha reflexionado, en el acto de inauguración del nuevo curso académico de la universidad, sobre la enseñanza de la resiliencia en el aula. La resiliencia, ha señalado, “es uno de los elementos que nos definen como especie”, por eso debe ser tratada, más que como un concepto, como “la vida en sí misma”.
En su opinión, la labor del maestro consiste en ayudar a cada persona a desarrollar todo su potencial. Esto implica, necesariamente, “conocer, preocuparse y ocuparse” del alumno y tener siempre presente que “cada persona que tenemos delante es única e irrepetible”.
Acompañar, compartir, ocuparse…son verbos que se conjugan cada día en nuestro Colegio. Aquí, cada alumno es único. Por eso, ofrecemos una educación personalizada que hacemos realidad entre todos: padres, profesores y alumnos.
Esta educación personalizada ayuda a que cada alumno y alumna sea la mejor versión de sí misma gracias a un equipo de docentes con valores, con un sólido conocimiento humanístico, destacada capacidad de reflexión, pensamiento crítico y creativo, y con un buen manejo de las herramientas didácticas, tecnológicas y los recursos necesarios para poder asumir un rol como agentes de cambio.
La relación con el alumno debe estar enfocada hacia el desarrollo de sus capacidades y aptitudes y hacia un entorno que favorezca el propio descubrimiento de sus procesos de aprendizaje para, posteriormente y con su propio conocimiento formado, exponer juicios y opiniones.
El objetivo es saber enseñar a pensar y a descubrir el entorno personal y externo de sus alumnos y, para ello, el profesor tiene que estar en constante investigación y descubrimiento.
“El profesor es el verdadero motor del cambio”, nos comentaba en un post anterior Luis Martínez-Abarca, director del Área de Colegios CEU. “Hasta hace poco ha sido el guardián del conocimiento y su función era transmitirlo y asegurarse de que ese conocimiento era adquirido. Ahora el conocimiento está en muchísimos sitios, es accesible desde instrumentos y herramientas muy diferentes, de manera que lo que necesitamos es que el profesor asuma ese nuevo rol y que comience a programar, a organizar actividades, a comprobar la consecución de esos objetivos de una manera diferente y a acompañar de manera individual las necesidades de cada uno de los alumnos. Que impulse, por tanto, las destrezas de orden superior del pensamiento, analizar evaluar y crear. Esto es posible sólo cuando le liberamos de los otros roles.”.