Con el verano cada vez más cerca, llegan las vacaciones escolares y los jóvenes disponen de un mayor tiempo libre. Y esto puede desembocar en horas y horas de juego frente a la pantalla.
El abuso puede causar problemas de sueño, bajada del rendimiento escolar, aislamiento y conductas adictivas. Entonces, ¿qué se puede hacer para que nuestros hijos utilicen los videojuegos de forma moderada y responsable?
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Seúl (Corea) y de Yale (EE. UU) demuestra que los menores que pasan más de 240 minutos al día jugando a videojuegos presentan un riesgo mucho mayor de desarrollar adicción. Y, en 2018, la OMS reconoció oficialmente la «adicción a videojuegos» como trastorno de salud mental. Ese mismo año, un estudio realizado por investigadores alemanes concluyó que aproximadamente un 2% de los niños y adolescentes padece este trastorno.
Por ello, se recomienda establecer una serie de normas para prevenir la adicción a los videojuegos en adolescentes: